¡HOLA amigos del mundo del caballo!

 

En alguna publicación anterior os hablé de Prados de Descanso, un rincón maravilloso en donde podíais retirar o dar descanso a vuestros caballos. Con la llegada del verano os quería enseñar un poco más de estas preciosas tierras por si estáis pensando dar descanso a vuestros amigos durante los meses más calurosos. Estoy segura que os lo agradecerán por el resto del año ;) ¡Comencemos!

 

Esta primavera ha sido maravillosa para el campo y es que ha llovido muchísimo. Los embalses están a reventar y los prados están más verdes y floreados que nunca. Da gusto ir viendo por la ventana del coche todo ese manto verde que los amantes del campo como yo, anhelamos el resto del año.

 

Pero, en primavera todo es bonito mientras que en verano es muy difícil encontrar un campo apetecible, aquel donde llevaríamos a nuestro caballo para que se tomara unas merecidas vacaciones. Por ello hoy os quiero hablar de Prados de Descanso, unas preciosas tierras extremeñas a las que le tengo mucho cariño y en donde podréis dar un buen descanso a vuestros amigos.

Pero lo que más me gusta de todo esto es que el caballo se encuentra en libertad absoluta. A pesar de también tener pequeños prados para caballos que así lo requieran, podemos contar con absoluta libertad para nuestros amigos más queridos. Junto a esta cariñosa manada, disfrutarán mientras son estrictamente vigilados ante cualquier imprevisto que pudiera surgir.

Y es que otra de las cosas que nos preocupa de la libertad para nuestros caballos es el tipo de alimentos que este pueda consumir. Ya sabemos que el aparato digestivo equino es altamente delicado y debemos estar muy atentos ante cualquier cambio. Pero acá no os tendréis que preocupar ya que la siembra está pensada estrictamente para caballos.  

 

Para animales que así lo requieran, se puede complementar su dieta con pienso o heno, y es que es otra de las cosas que más me gusta de este lugar, que el equipo está preparado para adaptarse a las necesidades de nuestro caballo y no viceversa.

Además de la buena compañía y un entorno privilegiado, vuestros caballos cuentan con agua fresca y limpia para los meses más calurosos. En estas charcas no sólo podrán beber sino que además podrán disfrutar de un buen chapuzón para refrescarse de las altas temperaturas.

Por otra parte, las sutiles cuestas contribuirán a que vuestros caballos trabajen correctamente sus extremidades. Un prado completamente plano será menos beneficioso a la hora de mejorar la fuerza en los posteriores o el equilibrio natural del animal. Además, a diferencia de la vida en un box, el estar continuamente cogiendo hierba del suelo ayudará a fortalecer el los músculos del dorso para un posterior entrenamiento en pista.

El pantano de Borbollón, ahora cubierto de agua hasta el máximo nivel, ayuda a que la temperatura se mantenga fresca en toda la zona, incluso durante los despiadados meses de julio y agosto.

Curro lleva ya muchos años disfrutando de estas maravillosas tierras y en esta fotografía podéis ver lo feliz que se encuentra. Y como no, esa buena panza característica de la buena vida ;)

Prados de Descando cuenta con unas modernas instalaciones, boxes, caminador, circulo para dar cuerda y una pista de 60×20 en plena naturaleza. Aquellos propietarios que tengan su caballo aquí podrán pasar unos días con él en una de las casas de la finca. 

Y si os apetece, también podéis entrenar en pista ;)

Un precioso lugar que no quería dejar a un lado en esta época del año. La realidad es que muchas veces planeamos nuestras vacaciones y dejamos a nuestro caballo en el box. Pero creo que es justo el mejor momento para retribuirles toooooodo el esfuerzo que hacen por nosotros… Unas pequeñas vacaciones les despejará la mente, les ayudará a conservar una mejor salud y será su más preciado regalo ;)

Espero os haya gustado…

 

¡¡¡Nos vemos de nuevo en dos semanitas!!!

 

MIL BESOSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS

 

Muaaaaaaaaaaaa

 

 

 

 

Créditos:

 

Fotos: Alberto Hernández @alberto_hndz

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

08 junio 2018 — Astrid Klisans
Etiquetas: ASTRID KLISANS